Adultos
Una consulta con un psicoanalista puede ser beneficiosa cuando:
- Se está angustiado, triste o decaído y no se sabe cómo salir de ello.
- Se tienen temores injustificados que no le permiten desempeñarse en su vida cotidiana (fobias, ataques de pánico).
- Se tienen pensamientos e ideas que no pueden quitarse de la cabeza y uno se siente desbordado por ellos.
- En sus relaciones sociales y/o laborales no se puede expresar como desearía.
- La sexualidad, en vez de ser un motivo de satisfacción, se presenta causando conflictos o síntomas (impotencia, frigidez, desgana, inhibiciones).
- Aparecen trastornos que se manifiestan en la alimentación (anorexia, bulimia).
- Hay problemas para conciliar el sueño.
- Se ve afectado por enfermedades psicosomáticas.
- A pesar de intentarlo no puede llevar adelante sus proyectos o tomar decisiones que estima necesarias.
- Las relaciones con la pareja son un motivo de conflicto o se tornan rutinarias o insatisfactorias y no se encuentra la manera de resolverlo.
- Con los hijos aparecen situaciones difíciles de gestionar.